Querido diario...

Extraida de la revista Muy Interesante Edición México, Año XI No. 2
MANGA
La fiebre amarilla
Las ultimas tecnologías en animación han permitido que los tradicionales comics nipones, los manga, cobren vida. En Japón, éstos son un verdadero fenómeno sociólogico y han desembarcado en Occidente a traves de la televisión. Conozca los secretos de su éxito.

  Nos robaron el corazón hace ya un par de lustros. Se lo llevaron Heidi y el abuelo, Pedro y el perro fiel, Marco llamando a su mamá. Con Heidi, Japón

Este es el padre de Heidi
Hayao Miyazaqui -en primer plano, rodeado de su equipo- es uno de los mas famosos creadores de dibujos animados. Heidi y Nausicaa son sus obras maestras cmo director de los estudios Ghibli.
y el mundo entero planeamos por la bucólica Suiza, entre jugosos pastos, rumiantes inmóviles tipo comparsa y personajes convalecientes. Con Marco, muchos hicimos la primera travesía del Atlántico, desde Sicilia a las costas de América. Eran tiempos de bonanza económica y social, y los manga se alojaban en el interior de los sentimientos. Y si algo o alguien pretendía perturbar ese sosiego, ahí aparecía Mazinger Z con su cerebro-cabina manejado por un joven defensor de la humanidad, al más puro estilo Superman.

  Pero las amenazas se trocaron en peligro real. Vivimos entre crisis económicas, tormentas financieras y carreras tecnológicas. No es momento de viajes aventureros, oxigenaciones alpinas o romanticismos lacrimógenos. Se impone la competitividad feroz, el ¡sálvese quien pueda! Ha llegado la hora de echar mano de la astucia y
El que no corre vuela
Los manga están acaparando la programación televisiva de todo el mundo. Series como Los caballeros del Zodiaco, Candy o Kiki, la pequeña bruja hacen furor entre la población infantil. Estos dibujos animados nacieron de la pasión japonesa por el comic impreso y generan pingües beneficios mercantiles. Abajo, productos de juguetería basados en Mi amigo totoro.
de esgrimir las armas. Los manga han sido de los primeros en advertirlo y tratan de propagar ese mensaje por todo el planeta llamando directamente a la conciencia de los más jóvenes.

  El término manga, que hoy sirve para designar las tiras cómicas en Japón, procede de los ideogramas que realizaba el pintor Hokusai -una extraña mezcla de textos e imágenes- a finales del siglo XVIII. No obstante, el despegue del cómic japonés se inició en 1947 con Osamu Tezuka, un médico arruinado que, para salir de la crisis en que se hallaba, lanzó la primera historieta de robots, titulada Putcha.

  Esos androides definieron los rasgos que actualmente caracterizan a los comics y los dibujos animados japoneses: grandes ojos de bebé que ayudaran a granjearse la simpatía del espectador, facciones occidentales que hicieran olvidar a los nipones su exacerbado nacionalismo, y un gran dinamismo en el dibujo, que se traduce en una asombrosa sensación de acción.

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